Hacía tiempo que teníamos preparada una colección de
fotografías de cacas de perro en parques y jardines, pero como el asunto no es
muy “mediático”, llevaba aparcada en el apartado de borrador varias semanas.
Esta misma mañana en el pequeño parque que hay al final de
las calles Santa Eufemia y El Viso, hemos visto en varios árboles unos
interesantes carteles. Son simples fotocopias, pero muy aleccionadoras; como
las imágenes valen más que cien palabras (de eso algunos no se enteran) sobran
comentarios.
Los puntitos oscuros del suelo son, casi sin excepción, cacas de perro |
Como acostumbramos a dar datos fiables y contrastados y que no
nos tilden de exagerados o, si se trata de un político, de demagogos, nos hemos
entretenido en hacer un muestreo rápido de las cacas de perro que hay en ese
parque. Para ello hemos considerado sólo la superficie con plantas y hemos
descontado las zonas adoquinadas, la fuente y el parque infantil. El muestreo
ha consistido en contar las cacas (o fragmentos de cacas) que hay en diez
cuadrados de un metro cuadrado y que se han situado al azar por la superficie considerada
(unos 700 metros cuadrados). El resultado es que hay una densidad de unas 3,5
cacas por metro cuadrado; si multiplican por la superficie total les saldrán muuuuchas cacas. Las hay de todos los
tamaños, colores, grado de sequedad, etc. y dan una perfecta idea del grado de incivismo
no del perro, que las fabrica, sino del dueño del perro, que las deja (que no
las recoge)
Aplaudimos la idea del autor de los carteles; nos confirma en la idea de que mientras menos
educación posee la gente, más carteles de este tipo o de prohibición hacen
falta.
Guadamatilla