Uno de los problemas a los que se enfrentan los anfibios es la desaparición de zonas húmedas donde realizar las puestas y para que se desarrollen los renacuajos. Los abrevaderos para el ganado y charcas artificiales han supuesto, en ocasiones, un remedio ante la falta de lugares más adecuados; pero cada vez es más raro ver los antiguos abrevaderos de piedra u obra, que permitían, mal que bien, que los anfibios pudieran entrar y salir; las charcas artificiales suelen ser muy grandes y profundas y, además, no suelen contar con vegetación en las orillas y tienen aguas muy sucias.
Para tratar de paliar, en parte, el problema de lugares adecuados para reproducción, en algunas zonas se inició hace algunos años la construcción de pequeñas charcas artificiales o la regeneración de algunas degradadas; tal medida ha resultado bastante efectiva.
Hace algunos años, diseñamos un proyecto de construcción de una charca artificial con este fin; aunque con retraso, nos hemos decidido a desarrollar el proyecto, contando con una ayuda del Ayutamiento de Pozoblanco.
La charca, de unos 16 metros cuadrados de superficie y 50 cm de profundidad, se ubica (ubicará) en una finca particular con ecosistema de dehesa, entre Pozoblanco y Villanueva de Córdoba, en la que se han detectado, al menos, cuatro especies de anfibios. Aprovecha una antigua fuente de la que parte un regajo.
Ya se han iniciado los primeros trabajos, que han consitido en la limpieza de la fuente, pues estaba casi cegada, en el trazado del perímetro, tanto de la charca como del vallado que la protejerá del ganado, así como en un sencillo levantamiento topográfico del área que va a ocupar. Por la cantidad de agua, no se puede proceder en estos momentos a la impermeabilización del vaso.
El trabajo que queda (colocar la malla, hacer el vaso y poner una conducción de agua desde un pozo cercano) necesita de la colaboración de voluntarios; de hecho, esto es una parte importante del proyecto. La conducción de agua permitirá que la charca se mantenga con agua, independientemente de las condiciones climáticas que puedan darse.
Para la construcción aprovecharemos varios domingos (las fechas exactas las iremos comunicando); se necesitan grupos de unas 10 a 15 personas. Nosotros ponemos el material, las herramientas y, para hacer más llevadera la tarea, haremos una paella; por ello, es conveniente que entre los voluntarios haya alguno o algunos que se dediquen a tan sana tarea.
Así que a animarse.
Guadamatilla