El tres de abril del pasado año, aparecía una entrada (ver aquí)
en la que se daba cuenta de la información que nos ofrecían los animales que
podíamos encontrar muertos en el campo, caminos, carreteras, etc. Aunque es
así, en ocasiones la presencia de estos cadáveres, más que informarnos, nos
puede confundir.
El miércoles, 29 de mayo, paseando con Chica por el camino
que enlaza San Gregorio con la Avda de La Salchi, en Pozoblanco, encontramos
(mejor, encontró ella) en la cuneta, tras los edificios de la fábrica de
pretensados, un cadáver muy reciente de un pollo de cigüeña común. No presentaba
señales de disparos, ni heridas sangrantes, tan solo lo que parecía un golpe en
la zona del esternón. Teniendo en cuenta que aún no le habían salido las plumas
de las alas y cola que le hubiesen permitido volar, y que el nido más cercano
parece que es el de la Cruz de la Unidad, a unos 1000 metros de distancia, nos
preguntamos ¿cómo llegó hasta allí? ¿Volando?, no, pues no podía; ¿alguien lo
mató y lo transportó hasta allí?, improbable, mejor dejarlo y no acarrearlo
hasta un lugar relativamente transitado; ¿lo encontraron muerto y lo cogieron?,
tan improbable como lo anterior; ¿lo cogieron vivo y estuvieron “entreteniéndose”
con él hasta que murió?, pues, aunque irracional, es quizás lo más probable. Por
elucubrar que no quede, pero me temo que no encontraremos solución al caso del cigoñino
muerto.
pln