El día 29 de enero informábamos de una
corta de encinas en la vereda de Pozoblanco a Adamuz. Nos preguntábamos por la
finalidad de tal acción y por quién o quienes habían sido los responsables del
tal acto. Del extraño e injustificado desaguisado dimos cuenta al personal de
la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, entre otras cosas porque
al ser una vía pecuaria es responsabilidad de dicha consejería.
Con el fin de completar más la información hemos recorrido
el camino y tratado de cuantificar los daños (producidos a lo largo de unos 8
km), que aproximadamente se resumen en:
- Unos 225 pies de encina con tronco de diámetro superior a 10 cm. En caso de estar en grupos, sólo se ha contabilizado un pie, por entender que pueden corresponder al mismo individuo.
- Innumerables encinas en estado arbustivo cortadas o arrancadas.
- Unas 250 encinas podadas de forma arbitraria y sin criterio racional.
- Unos 25 piruétanos y majuelos cortados.
- Desaparición de la leña.
- La mayor parte de la broza ha sido echada a las fincas colindantes.
Efectivamente, como anticipamos, la actuación sobre las
cunetas ha sido ordenada por la concejalía correspondiente del ayuntamiento de
Pozoblanco y el arreglo del camino propiamente dicho, se hará con maquinaria de
la Mancomunidad de Municipios de Los Pedroches.
Desconocemos a qué empresa se le ha encargado la actividad “en
contra del arbolado” o si ha sido hecha por personal del ayuntamiento o de
mancomunidad; en cualquier caso ha demostrado una absoluta incompetencia, pues al
margen de actuar sin un criterio definido en la corta de los árboles y matas, como
ya dijimos anteriormente (ahora añadimos que aunque casi han arrasado las
cunetas han respetado algún ejemplar que crece en el propio camino), las podas
demuestran que muy poco o nada conoce de esta actividad. No sólo se trata de
que el responsable deba conocer el objeto de su responsabilidad, sino que,
además, quien la ejecuta debe estar plenamente capacitado para ello.
Por otra parte, suponiendo que el objetivo de la actuación
fuera despejar las cunetas para que no se “coma” la vegetación el camino (que no
es el caso ni la posibilidad, pero puestos a imaginar una excusa…) ahora se ha
creado ese problema, pues los tocones de lo que eran encinas arbóreas, cuando
rebroten lo harán en forma de numerosos renuevos. Se ha creado, por añadidura,
un problema a los propietarios a los que se les ha echado la leña, pues estos
están obligados a retirar las acumulaciones de material combustible en la cercanía
de los caminos.
El responsable está identificado, ahora la “pelota” está en
el campo de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. Es necesario aclarar ciertas cuestiones:
- ¿Tenía permiso el Ayuntamiento para realizar tamaño desaguisado?
- ¿Si lo tenía, a quién se le ocurrió concedérselo?
- Si no había permiso, ¿no se pidió por desconocimiento (preocupante) o simplemente por considerar que no hacia falta cumplir ese requisito (grave, injusto e injustificado)?
- ¿Qué fin se perseguía?
- Si el ayuntamiento ha actuado sin permiso, ¿tomará la consejería medidas, o entrará dentro del capítulo de “cosillas que hay que perdonarse entre los distintos niveles de la administración, pero que no se pasarían a un administrado”?
- ¿Se dejará alguna vez de cometer incongruencias por parte de nuestros responsables políticos? Firman la Agenda 21, se adhieren a cuanto Life o proyecto menciona la palabra dehesa o encinas y después….
- Y por último, ….¿dónde está la leña extraída del camino público?
Guadamatilla