El pasado 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, se presentó en Madrid el proyecto Equo como opción política que tiene la intención de concurrir a las próximas elecciones generales.
El impulsor de la propuesta es Juan López de Uralde, que ha sido durante 10 años director de Greenpeace España, y que pasó a ser conocido por mucha gente cuando, en la cena de gala que ponía fin a la fracasada Cumbre de Copenhague (diciembre de 2009) sobre el cambio climático, desplegó, junto a otros activistas de Greenpeace, pancartas alusivas a lo poco que hacen los políticos por frenarlo.
Equo empezó su andadura como fundación en septiembre de 2010 y, tras unos meses de tomarle el pulso a la sociedad y a sí mismo, ha decidido dar el salto de presentarse como una nueva opción política que intenta aglutinar a toda la dispersa familia ecologista española. De momento se han integrado más de 30 organizaciones de todo el estado.
Las propuestas de Equo son las del llamado ecologismo social y pueden leerse en el Manifiesto de su página web del que podríamos destacar algunas ideas:
1.-Algo que muchos sabemos o intuimos pero que, por unas cosas u otras, no acabamos de asumir: “La era del despilfarro ya no puede continuar; la autorregulación del mercado ha resultado ser un espejismo. Las políticas tradicionales no han tomado nota de esta realidad e insisten en un modelo de desarrollo inviable. En este contexto la pasividad política no es una opción.”
2.-La crisis que vivimos no es solo financiera, es una crisis sistémica, es la crisis de un modelo productivo y de consumo claramente insostenible que debe cambiar.
3.-Sin embargo “Los grandes partidos comparten de tal modo su identificación con este modelo económico, productivo y social, que cada vez más ciudadanas y ciudadanos, en particular los más inquietos por la realidad social y ambiental, se sienten decepcionados y se alejan del compromiso político”
4.-Equo tiene vocación europeísta, de hecho nace avalado por el partido verde europeo, pero es consciente de que “Europa se encuentra en un dilema: o bien recupera su papel de defensora de los derechos sociales y el medioambiente; o bien se convierte en una herramienta al servicio de la supremacía de los mercados financieros sobre las instituciones democráticas.” Y por el momento está ocurriendo claramente lo segundo.
5.-En lo referente a España, se constata su excesiva dependencia de sectores altamente insostenibles como la construcción o el turismo. Sin embargo,”posibilidades no le faltan: cuenta con la mayor riqueza en biodiversidad de la Unión Europea, con un potencial extraordinario en el desarrollo de las energías renovables, con la mayor superficie cultivada de agricultura ecológica.” Pero hacen falta políticas que apuesten decididamente por aprovechar estas potencialidades, dándole prioridad a lo que realmente importa y no al enriquecimiento de unas élites económicas.
Equo, pues, puede ser una alternativa de voto para quienes son conscientes de que, por encima de cualquier otra consideración, debemos conservar la Tierra en buen uso como primer principio de cualquier economía.
Luis L. González