Estamos tan acostumbrados a ver en
pueblos y ciudades algunas especies animales, que llegan a pasar desapercibidas;
de hecho, hay especies tan ligadas a medios urbanos que es difícil encontrarlas
fuera de ellos.
Quién no es capaz de identificar de un simple vistazo a
gorriones, golondrinas, vencejos o aviones comunes, salamanquesas, tórtolas turcas,
estorninos negros, palomas, etc. En la periferia o en parques y jardines
tampoco es difícil ver petirrojos, lavanderas blancas, jilgueros, o carboneros
comunes, por ejemplo. También hay especies que, si bien a nivel de grupo las
conocemos y observamos habitualmente, nos resulta extremadamente difícil identificar
a nivel de especie o de género: los murciélagos.
Pero también hay otros habitantes de los pueblos y ciudades que
nos pasan más desapercibidos, por ejemplo algunas rapaces; entre ellas podemos
citar al cernícalo primilla (estival) o la lechuza común, menos conspicua que
el primero ya que es nocturna (en ocasiones el único indicio que tenemos de
ella es una fugaz mancha blanca entre el arbolado de un jardín). Ambas especies
pueden detectarse con facilidad por su reclamo: un piar agudo e intermitente en
el caso del primilla y un sonido ronco y “quejumbroso” en la lechuza.
Pero, al margen de estas especies “urbanitas”, también
podemos observar especies que viven en otros ecosistemas y que, o bien
simplemente pasan en vuelo sobre el pueblo o bien comienzan a habitar en la
periferia de los pueblos por la extensión (en la mayoría de los casos un tanto
incontrolada o anárquica) del casco urbano, que ocupa otrora terrenos
agrícolas.
Así por ejemplo, no resulta difícil al levantar la vista (a pesar
de que los tiempos que corren nos obligan a llevar la cabeza baja, ensimismados
en problemas deudores), observar grupos de buitres leonados, sobre todo, y
negros, o bulliciosas bandadas de abejarucos.
Alcaraván |
Desde hace algún tiempo también se puede tener la
oportunidad de ver (y, sobre todo, oír al atardecer) alcaravanes y mochuelos
comunes en la Avda de la Salchi (Pozoblanco); tampoco es raro oír el monótono
reclamo (piu, piu, piu) del autillo o el del chotacabras pardo. Desde hace también
un par de años es relativamente frecuente ver varios ejemplares de águilas
calzadas cerca del recinto ferial de Pozoblanco, entre otros lugares de la periferia
de Pozoblanco. Precisamente, el martes 31 de julio, se pudo observar un águila
calzada, parada y en vuelo, en la urbanización del antiguo campo de fútbol de
Pozoblanco.
Águila calzada |
En los siguientes enlaces podemos encontrar algunos de los
sonidos emitidos por aves aquí mencionadas: autillo, mochuelo común, alcaraván,
lechuza, abejaruco, chotacabras pardo, cernícalo primilla.
pln